Discurso de Laura Ginsberg en el Acto Público del 27/02/2013 frente al Congreso

Quiero comenzar este acto compartiendo con todos ustedes mi emoción por estar viviendo días muy intensos y contrastantes. En la última semana hemos sido parte de manifestaciones extraordinarias contra la impunidad. Y no sólo porque la gente nos expresó en las calles su solidaridad espontánea, genuina, alentándonos a seguir, a no bajar los brazos en la lucha por la verdad y la justicia, y contra esta ley miserable que los diputados se aprestan a votar. Hace pocos días, participamos de un gran acto en Plaza de Mayo junto a miles de personas que se concentraron en solidaridad con las víctimas de la masacre del Once, reclamando justicia, exigiendo que ese crimen no fuera a quedar impune. Sentimos también la gratificación de haber compartido la movilización popular que logró una acusación contundente contra los asesinos de Mariano Ferreyra. Este es el camino que elegimos y compartimos con ustedes: la denuncia pública y la movilización popular contra las políticas de impunidad del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Una vez más, nos encontramos aquí, en la calle, movilizados junto a las organizaciones del EMVyJ, junto a todos ustedes, que nos acompañaron en 1994, en este lugar, para solidarizarse y repudiar el atentado a la AMIA, y que nos acompañaron también en 2004, para denunciar la consagración de la impunidad consumada por un juicio oral fraudulento que liberó a los Telleldín y a los Ribelli, primeros eslabones de la conexión local del atentado. Hoy venimos a manifestar nuestro repudio a la sanción de la ley que aprueba el Memorando de Entendimiento argentino-iraní. Con la obediencia debida de los diputados y senadores oficialistas y sus aliados, el gobierno de Cristina Kirchner quiere poner un “punto final” a cualquier investigación de la masacre de nuestros familiares y amigos en la AMIA. Somos conscientes del manoseo y la confusión deliberada que orquestó el gobierno nacional. Después de reiteradas mentiras, el gobierno reconoció que lleva por lo menos dos años negociando cómo sacarse de encima el tema AMIA. Primero lo hizo en secreto bajo el patrocinio de las principales potencias mundiales y, después, en el marco de las Naciones Unidas, con el único objeto de lograr un acuerdo político con Irán en nombre del esclarecimiento del atentado a la AMIA, que ya saben de antemano que no van a resolver. El resultado de las negociaciones fue el “Memorando de Entendimiento” que están votando, y que nos sacudió junto a todo el pueblo argentino. Por eso convocamos a este acto para expresar el repudio popular contra el “punto final”, la “obediencia debida” y la consagración de la impunidad que esta ley traerá como consecuencia. Hace apenas un mes, la Presidenta anunció este acuerdo político como aquel que iba a superar la “farsa” de las políticas del Estado nacional en los últimos años y les iba a permitir avanzar en el esclarecimiento del atentado. Como si fuera ajena a esa farsa, la Presidenta, que prometió una solución jurídica, que prometió no subordinar la investigación a intereses geopolíticos extranjeros, nos impone un acuerdo que no presenta ninguna de las ventajas que ella festejó en las redes sociales y sus funcionarios, en el parlamento. De aprobarse la ley, el gobierno Kirchner va renunciar formalmente a todo lo que prometió hasta ahora. Hoy queremos explicar en qué términos y por qué nos oponemos a esta ley que los diputados se aprestan a sancionar y así poder entender esta nueva maniobra oficial. ¿Es cierto que esta ley signifique algún “avance” para “destrabar” la causa judicial de la AMIA? NO, NO ES CIERTO. Ni el gobierno se lo cree. Timerman no cree que esta ley ayude a esclarecer la verdad. El juez Zaffaroni desea que “Ojalá sirva para algo”. Esta ley nacional no destraba nada porque no se propone investigar la responsabilidad local en el crimen de nuestros familiares y amigos. Su único propósito es abandonar el montaje anterior de una acusación internacional que nunca probaron, y en la que ellos mismos no creen. La acusación contra Irán fue un montaje que empezó en 2003, cuando el gobierno y los jueces se preparaban para liberar a la primera línea de la conexión local del atentado. Después de largar a Telleldín y a Ribelli, nunca más se habló o investigó conexión local alguna. El fiscal Nisman fue más lejos aún, y llegó a afirmar -desafiante- que jamás hubo una conexión local del atentado. Hace diez años, cuando los Kirchner llegaron al poder empezaron a construir la “pista iraní” para reemplazar a la conexión local que ya estaban dejando en el olvido. En agosto de 2003, el canciller Bielsa anunció claramente que acusar a un país a 20000 km de distancia le servía al gobierno para salir de la imputación que hacíamos acerca de la responsabilidad local, la propia responsabilidad del Estado argentino en el atentado. Por entonces, la acusación contra Irán servía para poner el atentado al servicio de los intereses políticos de las grandes potencias que señalaban a Irán como parte del “Eje del Mal”. Nuestro país, asociado a Bush y a Sharon, sumaba el tema AMIA a esta acusación política. Mientras negaba la existencia de una conexión local, el fiscal Nisman dio una cobertura jurídica y armó una acusación internacional basada en testimonios de terroristas y opositores iraníes. Hoy sabemos por cables secretos revelados por Wikileaks de la colaboración y el control que la CIA y el Mossad tuvieron en el armado de esta acusación. Todas estas manipulaciones de alcance internacional fracasaron. Ayer, en el plenario de las Comisiones de Diputados, Timerman reconoció que el país terminó aislándose internacionalmente, después de insistir con una acusación en la que ningún país creyó. Qué notable! Hace años quieren vendernos que persiguen a una supuesta conexión internacional para justificar el abandono de la búsqueda de los responsables locales y, ahora, que reconocen 7 años sin progresos, en medio del descrédito internacional, tratan de desandar el camino de esa acusación sin mayor prueba, en secreto. Es una confesión que habla de las políticas del gobierno!!! Para lo único que sirve el Memorando firmado es para limpiar la mesa de las negociaciones mundiales con Irán, que acaban de iniciarse en Kazakhstán. Este es el único “avance” que significa esta ley: poner el tema AMIA al servicio de esta instancia de “diálogo” internacional que no tiene nada que ver ni con el esclarecimiento del crimen ni con saber la verdad. Esta ley es un nuevo obstáculo para conocer la verdad porque sólo busca justificar el pasado y el presente encubridor del propio Estado nacional. El gobierno argentino es consciente de los límites insalvables de esta ley para avanzar hacia la verdad y el esclarecimiento. Pero cuando dice que si el acuerdo no resulta, todo queda como está, miente una vez más. NO ES CIERTO que todo queda como está. Será peor. Porque ahora se la van a pasar años discutiendo la constitucionalidad o no de una ley que no sirve para avanzar en nada ni para castigar a nadie, mientras el Estado renuncia formalmente a su obligación de ejercer la persecución penal de los responsables y las querellas de las víctimas pueden verse bloqueadas. Aún no fue sancionada y ya se autojustifican y naturalizan la impunidad. Su único propósito es seguir encubriendo. Después de escribir cientos de miles de fojas en supuestas investigaciones judiciales, gastar miles de pesos en viajes de especialización en terrorismo internacional y delegaciones que viajaron a las asambleas de Naciones Unidas, nos encontramos 19 años después sin saber nada y sin ningún preso. La ley del Memorando es la culminación del ciclo político abierto por el gobierno de Néstor Kirchner en el tema AMIA. Es la demostración de la incapacidad y el fracaso para esclarecer este crimen de terrorismo de Estado del cual el Estado argentino es responsable en, al menos, su encubrimiento, que fue reconocido por el propio gobierno de Kirchner en el Decreto 812 del 2005. Porque el Estado sigue ocultando sus responsabilidades como “conexión local” del atentado y por el fracaso del montaje de una acusación internacional, esta es una ley de encubrimiento. Después de 19 años, el Estado argentino no puede ofrecer ninguna salida porque es el organizador del encubrimiento y de la impunidad. No fue solamente el Poder Ejecutivo. El Parlamento lo ayudó a través de la Comisión Bicameral de Seguimiento de los atentados, que sostuvo todos los delitos e irregularidades que cometieron el ex juez Galeano y los fiscales Mullen y Barbaccia. Y pensar que la Presidenta se siente orgullosa de haber integrado esta Comisión de encubridores, que hasta los jueces mandaron investigar. Las cosas que hizo el Parlamento usando como excusa el atentado a la AMIA son vergonzosas. Sancionó la ley del arrepentido a la medida de Telleldín y la ley del testigo de identidad reservada para amparar a los buchones de la bonaerense o de estados extranjeros. Reformó el Código Penal introduciendo nuevos artículos represivos, e impuso la ley antiterrorista en nombre del atentado a la AMIA con el único propósito de amenazar y reprimir las luchas populares. Y la última que acaban de hacer…trajeron diputados truchos para hacer aprobar esta porquería!!! Y qué se puede decir del Poder Judicial, en el que todos delegaron la investigación de este verdadero crimen político de Estado, cuando hasta el día de hoy no pudieron dar cuenta de la trama de complicidades que ellos integran y legitiman. El Estado argentino no estuvo solo en el armado de tanto encubrimiento. Contó con el apoyo de sus principales socios internacionales: Estados Unidos, Israel y los países europeos, que lo integraron como aliado a la OTAN. Y en nuestro país, la complicidad de las direcciones de DAIA y AMIA fue de-ter-mi-nan-te. Acompañaron todas y cada una de las políticas encubridoras del Estado nacional y lo hicieron al servicio de lo que hace pocos días Israel llamó una “relación íntima” con Argentina. Acompañaron ayer, cuando apoyaron a Menem y Galeano y aún hoy defendiendo a Beraja y exigiendo en la fiscalía abandonar cualquier investigación de una conexión local. Acompañan ahora, porque cuando cuestionan el Memorando, lo hacen en defensa de un Poder Judicial impotente y encubridor; lo hacen en defensa del trabajo del Fiscal, que intenta mantener a flote una supuesta conexión internacional para exculpar al Estado argentino de sus propias responsabilidades. El gobierno de los Kirchner, junto a la direcciones de AMIA y DAIA nos trajeron hasta acá. Fue y sigue siendo el secreto de Estado la condición necesaria para garantizar esta situación de impunidad. Con esos secretos el Estado gobierna a espaldas del pueblo y en su contra. No puede ser que la llamada Comisión de la Verdad que quieren imponer por ley vaya a conocer parte de los documentos secretos en Teherán y los familiares y amigos de las víctimas no podamos conocerlos en nuestro propio país!!! Basta de leyes, decretos y archivos secretos!! El repudio es insuficiente si no tenemos una propuesta que ayude a avanzar en el camino del esclarecimiento y la verdad. En los debates en senadores y diputados, Timerman, Pichetto y Rossi dijeron no haber escuchado propuestas concretas, mientras una parte de la oposición reclamó reuniones secretas con el juez y el fiscal o sesiones secretas en el parlamento. ¡¡Qué decir de aquella oposición parlamentaria que acompañó todos estos años de impunidad y todavía no puede explicar qué hacen en sus propias filas funcionarios procesados por el encubrimiento del atentado!!. Nosotros aceptamos el desafío del gobierno. Nosotros sí formulamos una propuesta concreta. Dijimos que para esclarecer el atentado y perseguir a los responsables de la conexión local es indispensable la apertura inmediata de los archivos secretos en poder del Estado, que siguen cerrados pese a las mentiras oficiales. Es indispensable constituir una Comisión Investigadora Independiente, una comisión que investigue la verdad incuestionable de las responsabilidades criminales y encubridoras del Estado nacional y sus socios. Con sus aportes y resultados podremos impulsar una acción penal legítima para condenar a todos los culpables y no para generar nuevas maniobras de encubrimiento. Estas propuestas no son improvisadas ni oportunistas. Conscientes de que la investigación del crimen de la AMIA aún no comenzó, las hemos defendido en los últimos 12 años cuando desde este lugar desafiamos todos los intentos gubernamentales que impulsaron la impunidad que nos agobia en nombre del esclarecimiento, del juicio y castigo. La impunidad en la masacre de la AMIA es una herida abierta que atraviesa a todo el pueblo argentino. Es parte de la impunidad de hoy, como son los crímenes políticos irresueltos de la desaparición de Jorge Julio López y el asesinato de Silvia Suppo. Es parte de la impunidad de hoy, que ya se cobró las vidas de tantos jóvenes luchadores, como Maximiliano Kosteki, Darío Santillán y Mariano Ferreyra, entre otros. Es parte de la impunidad de hoy, cuando los negocios y la corrupción matan en Cromañón y en Once. Queridos amigos…. En la memoria de todos nosotros está grabada la lucha de muchos años contra las leyes de punto final y obediencia debida. Nos sentimos parte de esas luchas y afirmamos que ninguna ley pudo impedir las luchas por verdad, justicia y castigo a los culpables. Esta maniobra vergonzosa de aprobar una nueva ley de punto final en el tema AMIA tampoco va impedir la continuidad de nuestra lucha y de estas exigencias: No al punto final en la masacre de la AMIA! El Estado Argentino es el responsable del encubrimiento y la impunidad! Exigimos la inmediata apertura de los archivos secretos de la SIDE y de todas las fuerzas de seguridad! Exigimos la investigación de la conexión local! Reclamamos la formación de una Comisión Investigadora Independiente Justicia para las victimas de la masacre de la AMIA!