Quienes somos A.P.E.M.I.A.

Texto del documento fundacional de la
Agrupación Por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA

Buenos Aires – Mayo de 2002
Nosotros, quienes hemos sido integrantes de Memoria Activa desde su inicio hasta abril de 2002, decidimos constituir una agrupación para retomar la exigencia del esclarecimiento de las masacres de AMIA y de la Embajada de Israel.
El próximo 18 de julio se cumplirán 8 años de una de las peores masacres de la historia argentina cometida bajo un régimen democrático: la masacre de la AMIA, un ataque a toda la sociedad argentina, que salió a las calles a expresar su solidaridad de a miles apenas 3 días después del atentado.
Después de casi 8 años, después de haber vivido esperando los resultados de las investigaciones de los servicios de inteligencia nacionales y extranjeros, después de haber sido testigos de allanamientos judiciales, después de conocer los dos informes elaborados por una comisión parlamentaria especial, después de haberse producido más de 400 cuerpos con más de 80.000 fojas, más los legajos secretos, después de que los funcionarios judiciales viajaran por todo el mundo buscando la conexión terrorista internacional, después de exigir justicia, estamos en condiciones de afirmar que la investigación del crimen de la AMIA todavía no empezó.

Todavía no sabemos siquiera la cantidad de víctimas que se cobró el atentado, si hubo o no suicida, qué fuerzas lo organizaron, quiénes lo cometieron y quiénes lo pagaron, qué apoyo estatal tuvieron y por qué los encubren.

Después de 8 años, no sabemos quiénes, ni cómo ni por qué.

Desde hace 8 meses han comenzado las audiencias del juicio oral del caso AMIA. Este evento se limita a juzgar y eventualmente condenar a aquellos que han colaborado antes del 10 de julio de 1994 con el atentado: un grupo de delincuentes comunes, dobladores de autos y policías bonaerenses.
Una vez más, con este juicio pretendieron hacernos creer que, aunque con demoras, se estaba haciendo justicia. Para garantizar su éxito han sancionado la ley del arrepentido, han elaborado un decreto para preservar la identidad reservada de los imputados, han elaborado otro decreto para proteger a los espías extranjeros, han negociado el testimonio del principal acusado del homicidio de la calle Pasteur, Carlos Alberto Telleldín, y se ocultan detrás de los inconstitucionales secretos de Estado para justificar el genocidio de la AMIA.
A pesar de todos estos esfuerzos, la parodia de juicio quedó rápidamente al descubierto: los acusados se jactan de haber cobrado coimas de 400 mil dólares y salarios mensuales de 5000 dólares para acusar a algunos de sus cómplices, el juez Galeano que los pagó sigue a cargo de la supuesta investigación, el presidente Duhalde autoriza a declarar a funcionarios del SIDE a condición de no revelar sus conexiones, los fiscales y los acusadores “oficiales” defienden al juez y el Tribunal Oral pone en libertad a buena parte de los acusados.
El empeño puesto por los distintos gobiernos de turno en respaldar una investigación completamente irregular y la colaboración política internacional que recibieron, ayudaron a sostener la ilusión de un juicio justo.
Los familiares y amigos de las víctimas que firmamos este documento no nos engañamos con este llamado juicio oral. Sabemos que con él se pretende poner un punto final a aquello que aún no comenzó: cualquier tarea seria de investigación para esclarecer el crimen de la AMIA.

Al cabo de casi 8 años ha quedado demostrado que el Poder Judicial, a través de las irregularidades comprobadas cometidas por el juez Galeano y los fiscales, el Poder Legislativo, a través de la Comisión Bicameral, presidida por el actual jefe de la SIDE, Carlos Soria, encargada de preservar a Galeano, y el Poder Ejecutivo en la continuidad de Menem-De la Rúa-Rodríguez Saá-Duhalde, han intervenido directamente para cerrar la causa AMIA con este juicio encubridor.

La participación directa de las fuerzas de seguridad e inteligencia del Estado en el atentado terrorista más los esfuerzos realizados por los tres poderes que conforman el mismo para ocultar su propia participación en la comisión y posterior encubrimiento del crimen demuestran que el Estado Argentino es la conexión local del atentado a la AMIA.

Por todo lo expuesto, llamamos a:

1.- Denunciar nacional e internacionalmente la responsabilidad del Estado argentino en la comisión y posterior encubrimiento del crimen de la AMIA y de la Embajada de Israel;

2.- Denunciar el montaje del juicio oral y público iniciado el 24/09/2001 como la continuidad de una investigación siniestra deliberadamente armada, sostenido hoy por todas las partes intervinientes en el juicio (AMIA-DAIA-Familiares-Memoria Activa; tribunal oral, fiscales y defensas);

3.- Concluir que las masacres de la Embajada de Israel y la AMIA son hitos que indican la continuidad del terrorismo de Estado bajo formas “democráticas”. Esta es la estructura criminal de sometimiento que arrebató niños, que secuestró, torturó y desapareció 30.000 estudiantes y trabajadores, que reprimió y asesinó luchadores sociales e instauró la era de la criminalidad policíaca.
Antes y ahora lo hacen con el mismo objetivo: imponer un plan económico de entrega de nuestro país, territorio incluido, que hoy ya empujó a la pobreza y a la indigencia a la mitad de los argentinos y que continúa profundizando la desocupación, el hambre, la enfermedad y la ignorancia;

4.- Integrar nuestra lucha por el esclarecimiento de las masacres de la AMIA y de la Embajada de Israel a la lucha de las asambleas barriales, de los estudiantes, de los desocupados, de los trabajadores, de las Madres, las Abuelas, los familiares, los H.I.J.O.S. y demás organismos de derechos humanos, de los jubilados, los piqueteros y a la lucha de todos aquellos que reclaman, cacerola en mano, “que se vayan todos”.

Y para “que se vayan todos de la investigación y del juicio” y para “que se vayan TODOS presos”, los invitamos a organizar un acto conjunto y masivo para el próximo 18 de julio de 2002 cuando se cumplan 8 años de la voladura de la AMIA, para repudiar el accionar del Estado argentino que durante todos estos años fue garantista de la impunidad del crimen de la calle Pasteur.

Únicamente este camino de lucha nos permitirá recuperar la esperanza de poder vivir en un país justo, digno, libre y soberano.


apemia@yahoo.com.ar