Invitación a participar de la Mesa de Debate “Ataques Terroristas en Democracia: el crimen de la AMIA y los Derechos Humanos”
Mesa de Debate “Ataques Terroristas en Democracia: el crimen de la AMIA y los Derechos Humanos”
Te invitamos a participar del Foro Mundial
Entre el 20 y el 24 de marzo próximos se realizará en Buenos Aires el III° Foro Mundial de Derechos Humanos patrocinado por la UNESCO.
Una condena al Estado de los derechos humanos
REPUDIAMOS EL NUEVO INFORME DEL MOSSAD
“PASARON COSAS” dice Alejandro Bercovich (programa de Radio con Vos FM 89.9) del 18-07-2022
El reconocido periodista Alejandro Bercovich (“Berco”) que conduce el programa “Pasaron Cosas” en las tardes de “Radio con Vos”, eligió palabras “prestadas” por nuestros compañeros de APEMIA, para hacer su comentario editorial y compartir como propias las ideas y reflexiones que le provocamos con el artículo de opinión publicado por Clarín el domingo 17 de julio. Seguir leyendo...
28 años del atentado a la AMIA: RELATOS QUE OCULTAN LA VERDAD.
“EL JUEZ RECONOCIÓ EL RECLAMO DE APEMIA”
El Dr. Rafecas, a cargo de la causa AMIA, dictó una resolución que merece ser destacada.
No sólo reconoció nuestro derecho de acceder a la prueba documental oficial que tiene la Fiscalía, sino también de acceder de manera directa y sin mediación, al grupo de profesionales designado para analizarla.
Se trata de las toneladas de documentación oficial que el Estado puso a disposición de esa Fiscalía, originada en varios Ministerios y en la ex SIDE. Hasta hoy, la Unidad Fiscal retaceó o negó el acceso a esa documentación y a su análisis.
Tan importante como lo anterior, el juez también le indicó a la Fiscalía que de esa documentación oficial y de su análisis debe surgir “con claridad” qué elementos de convicción relevantes tiene para apoyar la hipótesis que acusa a terceros países de la responsabilidad criminal del atentado, tanto como los motivos que pudiera tener para descartar otras hipótesis. Se trata de una clara alusión a la hipótesis que sostenemos en disidencia con la versión oficial y que acusa al Estado por su responsabilidad criminal y encubridora.
Por último, el Dr. Rafecas exhortó al Ministerio de Justicia y al Ministerio Público Fiscal a cumplir el compromiso previo y suministrar “los recursos humanos, tecnológicos, materiales” para preservar la documentación y digitalizarla.
Este pedido del juez, hecho con toda delicadeza, aparece en medio de una noticia que nos conmueve: el Ministro de Justicia oculta que como producto del irresponsable trabajo de refacciones edilicias que ordenaron, se expuso el ambiente de trabajo y la documentación allí preservada a la contaminación y acción corrosiva del polvo de asbesto, imposibilitando cualquier trabajo humano sin el debido equipamiento especial. La situación exige ahora tomar medidas serias para superar la emergencia que compromete el trabajo futuro con esa documentación. De esto son conscientes tanto el Ministro de Justicia como el Procurador General de la Nación que hasta hoy ocultan, niegan y se muestran incapaces para resolver de modo serio como urgente lo expuesto.
A pocos días antes de cumplirse 28 años del atentado a la AMIA, la resolución del Juez evidencia el estado de situación, la falta de pruebas de la raquítica acusación Fiscal después del intento Fiscal por desprocesar a los acusados de ser la “conexión local” del atentado, y hasta el agotamiento mismo del proceso judicial.
A esta situación se ha llegado después de muchos años de un esfuerzo deliberado de los poderes del Estado para no esclarecer el crimen impune de la AMIA. Para superar el “relato” oficial, nos comprometemos a trabajar en el análisis de la documentación probatoria.
Para defender nuestros derechos.
IMPORTANTE AUDIENCIA CON EL Dr RAFECAS
“En la decisión que tome el juez se juega la posibilidad de impulsar un trabajo de investigación serio por Verdad y Justicia…”
Laura Ginsberg cerró su pedido afirmando: “En la decisión
que tome el juez se juega la posibilidad de impulsar un trabajo de
investigación serio por Verdad y Justicia o el inexorable cierre formal de la
causa AMIA, después de 28 años de un esfuerzo implacable del Estado por
liquidar la investigación de su responsabilidad criminal en el atentado”.
Buenos Aires, 10 de
junio de 2022
27° aniversario - AMIA: UN CRIMEN DE LESA HUMANIDAD DEVALUADO
Este aniversario de la masacre de la AMIA se produce en un momento muy especial: el Gobierno abandona sus promesas, el valor de su palabra y compromiso.
Los archivos siguen siendo “secreto de Estado” por estar
llenos de esas huellas de la acción del terrorismo de Estado amparada en los
pliegues de la democracia. ¿El Presidente y la Interventora de la AFI no lo
saben?
Aún sin reconocer la participación del Estado en el
atentado, hasta la CIDH reclamó abrir los archivos y un acceso efectivo a
ellos, mientras negocia con el gobierno las condiciones de una eventual condena
de la Corte Interamericana.
Por eso nos niegan la apertura de los archivos y establecen
una diferenciación política difícil de explicar. El ejemplo es la Res. 467/21 de
la AFI que propone analizar los archivos de la dictadura en su poder con
organismos de derechos humanos.
Casi 45 años después, lo que puede ser un paso adelante para
el esclarecimiento de esos crímenes se nos niega expresamente frente a la
masacre de la AMIA. ¿No es acaso el mismo reclamo? Para el gobierno ¿el
atentado a la AMIA es o no un crimen de lesa humanidad?
Hoy, a 27 años de este crimen del terrorismo del Estado
argentino contra su población, se hace urgente superar la impasse. Sin una
investigación real sólo queda rediseñar la impunidad.
La lucha de nuestro pueblo contra los crímenes de la
dictadura es el motor para esclarecer los crímenes cometidos en democracia. Renovamos
nuestro pedido para abrir los archivos, terminar con el secreto y constituir
una Comisión Investigadora Independiente integrada por personalidades
intachables, organizaciones políticas,
sociales, académicas y de derechos humanos. Es el camino de Memoria, Verdad y
Justicia.
PABLO GITTER
Integrantes de la Asociación Por el Esclarecimiento
de la Masacre Impune de la AMIA (APEMIA)
Buenos Aires, 18/07/2021
Nota: se podrá leer una versión reducida de este artículo, en el diario Clarín del 18/07/2021 https://www.clarin.com/opinion/amia-crimen-lesa-humanidad-devaluado_0_XonzWbNSD.html
REPUDIAMOS LA ABSOLUCIÓN DE TELLELDÍN
A 26 años del atentado a la AMIA: ¿Rediseñar la Impunidad?
No es el paso del tiempo lo que impide conocer la verdad y esclarecer el crimen… La impunidad y el encubrimiento podremos superarlos. Se trata de cambiar el rumbo. Pensamos en una Comisión Investigadora Independiente con acceso irrestricto a los archivos. La imaginamos integrada por personalidades intachables y representativas de los derechos humanos, la cultura, la política y la sociedad nacional.
Debatir estas ideas y superar los relatos del pasado es el desafío que nos anima. ¿Qué queremos legar a la nueva generación? ¿El rediseño de la impunidad o verdad, juicio y castigo a los culpables?.
El decreto 213/20 dice “DESCLASIFICACIÓN ABSOLUTA” pero los archivos seguirán cerrados
APEMIA
PARA INVESTIGAR HAY QUE ABRIR LOS ARCHIVOS
Agrupación Por el Esclarecimiento
de la Masacre Impune de la AMIA
UN DECRETO, LA SEGURIDAD NACIONAL Y 25 AÑOS DE IMPUNIDAD
Homenaje de lxs trabajadorxs de la Fiscalía a las víctimas del atentado a la AMIA
uejn_ministerio_publico
Acceso a la publicación en Instagram
25° ANIVERSARIO DEL ATENTADO A LA AMIA
DECLARACIÓN ANTE LA SENTENCIA DEL JUICIO POR “ENCUBRIMIENTO”
Con la solemnidad de estas palabras, el Presidente del Tribunal Oral dio por finalizado el segundo juicio vinculado al atentado a la AMIA. En realidad, lo que terminó es mucho más que un juicio. Es el final de un ciclo.
Como reflejo de la presión social por lograr condenas en esta causa por irregularidades y delitos varios, hubo más condenas de las que esperábamos aunque con penas muy bajas dada la magnitud de los delitos cometidos.
Este proceso se inició hace veinte años y desde que se elevó a juicio no se incorporaron nuevas pruebas. Ya finalizó y las pruebas que podrían explicar no sólo el encubrimiento sino el papel criminal del Estado en el atentado, siguen ocultas al conocimiento de jueces y partes en los archivos secretos del Estado.
Las condenas resultaron insuficientes, y sólo se explican por el esfuerzo de los jueces para hacer equilibrio entre la demanda social de justicia en la causa AMIA y las presiones del gobierno y AMIA/DAIA por las posibles consecuencias posteriores que veremos en poco tiempo más.
Después de la sentencia, distintos observadores reconocieron que el papel de los familiares de las víctimas fue determinante para alcanzar este resultado. Aún así, la sensación de que no se hizo justicia fue generalizada. Nadie quedó satisfecho.
Pero, por pequeño que fuera este paso, las condenas son un logro indiscutible de la lucha de los familiares y amigos de las víctimas por Verdad y Justicia, prácticamente en solitario.
Fueron condenados el ex titular de la SIDE y su segundo hombre, el ex juez y los dos ex fiscales que fingieron una investigación y el responsable de la Policía Federal a cargo de colaborar con Galeano. Las condenas de las principales figuras políticas del Estado fueron logradas quebrando veinte años de resistencia de los distintos gobiernos, de AMIA y DAIA y hasta de la injerencia de gobiernos extranjeros. La absolución de Menem sólo se explica por este esfuerzo de equilibrismo jurídico y político: el ex presidente no podía desconocer lo que sucedía.
Pese a que los fundamentos aún no se conocen, no hay nada para festejar.
A 25 años del atentado, ya pasamos 7 años enfrentando debates en juicios orales… y la investigación del crimen todavía no comenzó.
La sentencia no terminó con la impunidad como algunos medios de prensa interpretaron. La impunidad que se preserva es la de los autores del atentado. Y aquí apenas se condenó por hechos “menores”, cometidos por altos funcionarios del Estado en la instrucción de la causa AMIA.
El Tribunal se negó a extraer testimonios contra la SIDE y el juez Santa Marina tal como lo solicitamos. Este juez, todavía a cargo del juzgado federal de Lomas de Zamora, se dedicó a armar con la SIDE causas paralelas a la de Galeano.
Los jueces se negaron a impulsar una investigación judicial contra ellos. Tampoco reconocieron la envergadura de las acciones delictivas denunciadas contra la SIDE, a pesar de los testimonios que dieron cuenta de que el atentado fue una operación controlada por el servicio de inteligencia. Sólo lo limitaron al pago a Telleldín y a su participación necesaria en el encubrimiento de la pista Kanoore Edul.
Con su negativa a dar impulso a las denuncias que escucharon en las audiencias, obligan a las víctimas, otra vez, a ponerse al hombro denuncias y sostener futuros juicios, mientras la Unidad Fiscal de Investigaciones AMIA se encuentra en vías de disolución.
De esta manera, los jueces limitaron los alcances de la lucha contra la impunidad al desestimar la denuncia de que estos hechos fueron mucho más que delitos cometidos de manera individual: fueron parte de una “maniobra global”, reconocida hasta por los fiscales en su propio alegato.
A pesar de las condenas, y aunque parezca contradictorio, los jueces del juicio “contra el encubrimiento” quedaron por detrás de lo resuelto hace 15 años en el juicio anterior, cuando aquel Tribunal denunció la existencia de un “complot” que aquí quedó reducido a meros delitos individuales.
Los jueces, evidentemente, no vincularon esas “graves violaciones” con la “maniobra global” denunciada. Lo hicieron así para no acusar al Estado Nacional ni sacar conclusiones que lo comprometieran en un verdadero plan de impunidad.
En este marco, resulta puramente formal el haber reconocido que los delitos cometidos por los principales funcionarios del Estado fueron “graves violaciones a los Derechos Humanos”. Es una declamación. No dictaron ninguna condena ejemplificadora a la altura de ello y sólo lo hicieron para evitar la vergüenza que hubiera significado la eventual prescripción de los delitos cometidos.
En definitiva, se trata de una sentencia contradictoria, ya que las penas resultan insuficientes para un delito de la jerarquía que tienen las “graves violaciones a los Derechos Humanos”. No condenaron a la cabeza del Poder Ejecutivo, pero sí a sus principales funcionarios en el área de Inteligencia y Seguridad. Tampoco ordenaron investigar al Poder Judicial.
Aún cuando condenar a algún acusado era inevitable, la sentencia revela que los jueces no tuvieron la íntima convicción de terminar con la impunidad ni de impulsar nuevas investigaciones para poner fin a la “maniobra global”.
Con la primera línea política del Estado argentino condenada, la primera consecuencia jurídico/política debiera ser dar por superada la campaña del Estado, de la dirección judía y los medios de prensa por responsabilizar exclusivamente a Irán o Siria por la comisión del atentado.
La reacción de las direcciones de AMIA y DAIA fue inmediata. El mismo día de la sentencia, AMIA y DAIA - que entraron a este juicio como querellantes- se pasaron con armas y bagajes a las filas de la defensa de Galeano, Anzorreguy y los Fiscales ante la Casación.
El resultado de este juicio es el final de un ciclo. El Poder Judicial y la Procuración renuncian a impulsar una investigación como declamaron hacerlo hasta ahora y descargan cualquier continuidad en las espaldas de las víctimas, mientras están desarmando a la Unidad Fiscal y niegan su propia responsabilidad por la falta de investigación.
Aún con las cabezas del Estado condenadas y mientras los archivos secretos permanecen cerrados, hay una enorme dificultad general para pensar la hipótesis de la responsabilidad del Estado argentino en la comisión del crimen, y no sólo en el plan de encubrimiento.
Esta dificultad persiste, aún cuando en breve veremos cómo se van a caer las innumerables versiones de la participación internacional. Los opinólogos oficiales y oficiosos contribuyeron a generar la impresión de que el Estado nacional tuvo una responsabilidad menor en la comisión del atentado terrorista. Y al pueblo argentino le cuesta aún creer que, en un régimen democrático, el Estado nacional fue el responsable del atentado terrorista y su encubrimiento posterior.
El crimen de la AMIA es un crimen político, un crimen cometido y encubierto por el Estado y, 25 años después, su investigación todavía no comenzó. El final de ciclo es el cierre de una etapa donde todos los gobiernos prometían una investigación judicial como solución política.
Y esto se terminó. Ahora ni siquiera hay promesas.
Necesitamos otro rumbo… Alentamos una verdadera respuesta política para conocer la Verdad e impulsar Justicia.
Para superar 25 años de impunidad y encubrimiento, la única investigación posible es aquella que impulsen las víctimas superando los obstáculos de una institucionalidad que nos llevó de frustración en frustración. Proponemos constituir una Comisión Investigadora Independiente con acceso irrestricto a los archivos del Estado.
Invitamos a todas las organizaciones populares, de derechos humanos, partidos políticos y a los familiares de las víctimas a debatir estas ideas e impulsar una Comisión Investigadora como la propuesta.
APEMIA
apemia2002@yahoo.com.ar
La renuncia de Zbar y el atentado a la AMIA
En los últimos días, el tema del atentado a la AMIA volvió a desencadenar una crisis política que rápidamente se cobró la cabeza del presidente de la AMIA, uno de los principales aliados de la política del gobierno nacional.
Lejos de haberse superado, su renuncia deja abierto el debate sobre cómo abordar la lucha por el esclarecimiento del atentado.
Una carta dirigida a sus colegas de la DAIA, intimándolos a renunciar a las políticas que ambos compartían hasta ahora de manera pública con el gobierno, desató esta crisis. No es un secreto que las direcciones de AMIA y DAIA estaban discutiendo cómo abandonar el protagonismo judicial, en particular contra CFK y Timerman en el futuro juicio por el Memorando con Irán, que ellos mismos habían presentado como si se tratara de un paso adelante en el camino del esclarecimiento del atentado.
Después de forzar todas las instancias judiciales y hasta lograr que Bonadío impusiera la acusación reaccionaria de “traición a la Patria” que ambos promovieron, se quieren bajar de esta imputación, que se habían propuesto debatir en dos meses.
AMIA y DAIA sostuvieron estas iniciativas político/jurídicas alimentando las políticas del Estado nacional para acusar al gobierno anterior por la firma del Memorando con Irán y presentarlo como responsable de la impunidad y el encubrimiento de 25 años.
De este debate formaron parte autoridades del gobierno nacional y del Estado de Israel, que hasta hace una semana compartían actos con los presidentes de DAIA y AMIA y discutían estas políticas.
La voluntad de AMIA de renunciar a la acusación sostenida de manera común por años y la de DAIA por postergar unos meses su debate trascendió la mera lucha interna y es reveladora de la crisis de la política del Estado para el esclarecimiento del atentado a la AMIA.
Hasta hace pocos días las direcciones de AMIA y DAIA impulsaban una política de Estado en común y acompañaban la denuncia de Nisman.
El ex presidente de la AMIA, Agustín Zbar, sostuvo públicamente que se “… van abriendo otras vías que esperamos que lleven al eje central, que es esclarecer y castigar a los responsables del atentado” (las negritas son nuestras). Otras vías… que no estaban en manos del Juez Canicoba Corral, a cargo de la causa del atentado.
Zbar pensó que tocaba el cielo con las manos porque Bonadío, hace apenas un año, fue el primer juez que afirmó “que Irán es el principal responsable” de la masacre, mientras Canicoba Corral siempre dijo que no hay prueba suficiente para esa imputación. (Publicado por AMIA el 07/12/2017. Ver en: http://www.amia.org.ar/index.php/news/default/show/news/3648)
Entonces, con la excusa de esclarecer el atentado, la dirección de AMIA se propuso “otras vías”... Y por fin, después de 24 años, encontró a Bonadío para imputar a Irán en otra causa, aunque no tuviera nada que ver con la investigación del atentado a la AMIA.
Y ahora, apenas un año después, abandona esta política y lo hace como “la única manera de preservar la unidad y la paz” de la colectividad judía. Es brutal…
Después de 25 años, la dirección de la colectividad judía reconoce que renuncia al camino que ella misma eligió y alentó, aún sabiendo que nunca aparecieron pruebas para esa imputación mientras decía que ese camino era el único que llevaba a esclarecer el atentado.
Eligió seguir manipulando los hechos, ahora en nombre de la “unidad y paz” de su colectividad y despolitizar el crimen político más importante de las últimas décadas, lo que equivale a sostener conscientemente el encubrimiento y la impunidad.
No hay manera de disfrazarlo ni de ampararse en frases bíblicas… es lo opuesto al reclamo por Verdad y Justicia.
En cada paso que dan, siembran confusión en toda la sociedad para ocultar su propio papel encubridor, tanto a nivel nacional como internacional. Definitivamente, no les interesa el esclarecimiento del atentado y subordinan cualquier resultado a las necesidades políticas del Estado nacional y sus socios internacionales.
Es importante recordar que, de acuerdo a documentos obrantes en Cancillería, desde el mismo momento del atentado el Estado de Israel propuso consensuar una versión común sobre la responsabilidad del atentado. Y desde hace años sostienen a cal y canto ese consenso sobre la supuesta responsabilidad libanesa, siria y/o iraní para preservar y ocultar la responsabilidad que tuvo el Estado nacional en la comisión del atentado y su encubrimiento posterior, evitando así cualquier investigación seria y objetiva.
Al revés de lo sostenido por la AMIA y la DAIA, las únicas pruebas que surgieron en tanto tiempo, implicaban la responsabilidad del Estado nacional en, al menos, el encubrimiento del atentado. Y más recientemente, algunos testimonios brindados en el juicio oral en curso dieron cuenta de que el atentado fue una “operación controlada” por los Servicios de Inteligencia nacionales.
El sincericidio de uno de los principales socios del gobierno de Macri en relación a qué políticas asumir frente al atentado a la AMIA, no hace otra cosa que poner de relieve la crisis que se está incubando en la política del Estado argentino después de 25 años de impunidad. No se trata sólo de una crisis de las “internas” judías.
Es la crisis de las políticas de Estado la que se manifiesta en las direcciones de las organizaciones como AMIA y DAIA que vehiculizan estas orientaciones políticas.
¿EN QUÉ CONTEXTO SE DESENVUELVE ESTA CRISIS?
En primer lugar, para los próximos 30 días se espera una sentencia en el juicio oral por las irregularidades y el encubrimiento cometidos durante la instrucción judicial, que tiene por acusados a Menem, Galeano, los ex fiscales, Anzorreguy y otros directivos de la SIDE y la Policía Federal, etc., todos ex funcionarios del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial.
Este es el segundo juicio en el tema AMIA y se prolongó en exceso. Lleva más tiempo que el primero, aquél que terminó liberando a los principales acusados de ser la conexión local del atentado.
Lo que nos prometen de diferente en este juicio no debe alentar expectativas. Es un secreto a voces que todos se irán a su casa. Lo único que se puede esperar es una condena para Galeano, que será más del orden moral que de prisión efectiva. Ni hablemos de Anzorreguy… se hace “el loco” y, ya sobre el final del juicio, los jueces todavía no resolvieron su situación como acusado. Es que Anzorreguy pretende ser declarado insano y por tanto inimputable.
Y a los ex fiscales? Los van a condenar? Son conocidas las presiones del gobierno que echaron a la querella del Ministerio de Justicia para así garantizar la defensa de los ex fiscales, que acompañaron las irregularidades y el encubrimiento cometidos por Galeano.
Con la vista puesta en el futuro, un segundo aspecto de la crisis serán las consecuencias que tendrá la sentencia del juicio. Después de 20 años de comenzada la instrucción de la causa, si no hubiera condenas, ya sería motivo suficiente de escándalo. Pero si las hubiera, aunque mezquinas, los principales líderes políticos de entonces y del Poder Judicial serán formalmente culpables de los delitos que cometieron para que no se esclareciera el atentado. Y si el instructor de la causa AMIA es condenado, qué van a inventar para sostener la acusación contra los iraníes?
De una u otra manera, con la próxima sentencia estaremos al borde de un nuevo escándalo institucional que involucrará a los tres poderes del Estado en el encubrimiento.
Y todo ello sin siquiera comenzar a hablar de investigar y esclarecer el atentado y la responsabilidad criminal que le cupo al Estado argentino en su comisión y encubrimiento.
De modo contradictorio, mientras se espera la sentencia judicial, al borde del inicio de un nuevo juicio contra Telleldín y la promesa de trabajar nuevas líneas investigativas, están disolviendo la Unidad Fiscal AMIA, aquélla que debiera impulsar la investigación. Cambiaron a los fiscales que actuaron en los últimos años, nombrando en su lugar a fiscales subrogantes que atienden otras fiscalías y están asignados part-time a ésta.
La disolución se disimula vaciando a la Unidad y sin haber definido una política distinta a la instalada por Nisman, la AMIA y la DAIA.
El Procurador General de la Nación tiene sobre el tema una política inalterable: cambia de Fiscales, pero mantiene cerrado y obstaculiza el acceso de los querellantes a los archivos secretos del Estado, que hemos logrado poner a disposición de la Unidad Fiscal porque son prueba judicial, pero aún no tenemos el acceso a su contenido.
Siguiendo este camino de maniobras jurídico-políticas, con los archivos secretos cerrados y la negativa gubernamental y legislativa para constituir una Comisión Investigadora ¿alguien puede pensar que en el futuro habrá “Verdad y Justicia”?
Por último, en pocos meses más, se cumplirán 25 años del atentado… Y todavía no comenzó la investigación de qué pasó, cómo fue posible este crimen, hasta hoy considerado el crimen antisemita más importante desde de la Segunda Guerra Mundial y, por lejos, entre los crímenes políticos más graves que registra la historia argentina después de los bombardeos a Plaza de Mayo en 1955.
Lo que está en crisis, entonces, es la política del Estado argentino, de gobierno en gobierno, a lo largo de 25 años.
Pasaron 25 años y aún no se sabe nada… no sabemos qué encubren los encubridores… Ni hablemos de quiénes son los responsables….
Desde Menem para acá, cada gobierno hizo su aporte para que no se investigara nada y siempre lo hicieron en nombre de un supuesto compromiso institucional para “avanzar” en la investigación. La DAIA y la AMIA los acompañaron de maniobra en maniobra, de manipulación en manipulación. La Alianza usó la causa AMIA para mostrar la calidad institucional del Poder Judicial que esperaban alcanzara el cenit con el trabajo de Galeano y la SIDE. Terminó mostrando que era una estafa fabricada para hacer creer que se había esclarecido lo que llamaban “conexión local”.
El gobierno de Kirchner fue el primero en acusar formalmente a Irán de ser la conexión internacional, y usó la causa AMIA para sostener su alineamiento internacional con Estados Unidos e Israel contra el llamado Eje del Mal.
En su segundo mandato, a Cristina Kirchner le tocó cambiar de rumbo y usar la causa AMIA para alentar el acuerdo internacional de Obama y las grandes potencias con Irán. En el terreno local, apuró el juicio “por el verdadero encubrimiento” publicando solicitadas en medios locales e internacionales para hacer “un llamado a la sociedad argentina y a la comunidad internacional” a poner atención sobre el sistema de justicia penal y apoyar el Memorando negociado con Irán.
El gobierno de Macri, que dejó caer el Memorando bajo la presión de Netanyahu y sus socios de AMIA y DAIA, es parte del encubrimiento “histórico” del Estado sin siquiera tener alguna iniciativa para presentarse como interesado en su esclarecimiento. Su única intervención fue para tratar de salvar a los ex fiscales en el juicio del “encubrimiento”. El Parlamento, cuyos principales dirigentes apoyaron la creación de una Comisión Investigadora hace dos años, nunca concretó el debate sobre el tema dejando pasar el encubrimiento del Ejecutivo y del Judicial.
En este contexto, en vísperas del 25° aniversario de la masacre impune, las iniciativas políticas del Estado y sus socios están agotadas. El Estado que hace bandera de la defensa de los derechos humanos en el mundo es incapaz de comenzar una investigación de este atentado terrorista que involucra al Estado en democracia.
La institucionalidad misma queda cuestionada y está agotada después de haber sembrado una ilusión: la de esclarecer un crimen de Estado por la vía jurídica y, encima, ocultando las pruebas durante 25 años.
¿Qué es lo que el pueblo argentino no puede conocer?
En estas condiciones, ¿qué esperanza se puede alentar con futuros juicios que sólo pueden tener un carácter burocrático/administrativo y serán ajenos, por completo, al sentimiento popular y de las víctimas por Verdad y Justicia?
Persistir en el camino de AMIA, DAIA, el Estado argentino y sus socios internacionales, no nos puede llevar a buen destino. No se trata de hacer una interpretación moral del papel encubridor que eligieron AMIA, DAIA y los sucesivos gobiernos para defender sus propios intereses.
Esclarecer el atentado a la AMIA, un crimen de terrorismo de Estado, es una lucha política contra todos ellos.
Es necesario abrir un debate nacional sobre el esclarecimiento del atentado a la AMIA, una verdadera causa nacional y de la lucha por los derechos humanos en nuestro país, que fue manipulada hasta el hartazgo, operaciones políticas y de prensa mediante.
Y ese debate debiera contemplar el reclamo por la apertura inmediata de los archivos secretos, el acceso irrestricto a los mismos por el conjunto de la población argentina y la conformación de una Comisión Investigadora integrada por personalidades de distintos ámbitos de la vida nacional y los familiares de las víctimas en el marco del Congreso Nacional.
Es la oportunidad que nos plantea esta crisis.
El destino de la lucha por Verdad, Juicio y Castigo a los culpables se encuentra junto a las organizaciones populares, los organismos de derechos humanos, agrupaciones estudiantiles y de trabajadorxs, y no en las interpretaciones bíblicas ni en las manipulaciones a las que nos tienen acostumbrados.
APEMIA